En las últimas semanas, parece ganar fuerza la posibilidad de que Estados Unidos responda adecuadamente a la creciente amenaza que viene representando Corea del Norte. ¿Cómo será la respuesta? A pesar de las últimas advertencias formuladas por Donald Trump, creo que las armas nucleares NO van a ser utilizadas para responder a Corea del Norte: Creo más bien que la respuesta será una campaña militar convencional en cinco fases:
Fijación de objetivos: Esta fase no dudo que lleva en curso desde hace varios años, mediante el uso de satélites y aviones espía. En esta fase todo gira en torno a conocer la ubicación de los objetivos militares a destruir, y fijar el orden y la manera en que deben ser destruidos.
Primer ataque: Sería dirigido, en mi opinión, contra los puntos donde se ubican los misiles balísticos, a fin de prevenir y neutralizar un posible contraataque. Desde luego, no tengo dudas de que sería llevado a cabo mediante misiles de crucero tácticos, lanzados desde destructores y submarinos.
Segundo ataque: Destruidos los misiles balísticos, habría que prevenir un contraataque a Corea del Sur. Entrarían en escena aviones de combate que neutralizarían las baterías que podrían disparar hacia Seúl.
Tercer ataque: Neutralizada la amenaza contra Corea del Sur, le tocaría el turno a los bombarderos estratégicos que tendrían como misión destruir objetivos subterráneos mediante el uso de bombas de penetración.
Rendición de Corea del Norte: Destruida su capacidad de atacar, Corea del Norte sólo puede rendirse. Se le ofrecerá un tratado de paz y un programa de ayudas, a condición de que se instituya un gobierno provisional designado por Estados Unidos. Desde luego el gobierno de Corea del Norte -o lo que pueda quedar de él- podría optar por todo lo contrario, pero en cualquier caso habrá desaparecido la amenaza que pesaba sobre Estados Unidos y sus aliados.
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