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jueves, 6 de agosto de 2020

Australia apuesta por el AGM-158C LRASM como alternativa al Harpoon


A principios de julio, el primer ministro australiano Scott Morrison y la ministra de Defensa Linda Reynolds publicaron el Plan de Actualización Estratégica de Defensa 2020.


¿Qué describe esta Actualización?

La Actualización, el primer documento importante de política de defensa desde el Libro Blanco de Defensa de 2016, describe la dirección estratégica y las inversiones necesarias en la política de defensa y seguridad de Australia para la próxima década.


¿Qué marca esta Actualización?

La Actualización marca lo que muchos llaman un momento decisivo en la política estratégica australiana, ya que el documento señala la necesidad de cambios más rápidos y decisivos en la preparación y capacidad militar de Australia. A través de la asignación de 270.000 millones de dólares australianos en los próximos diez años para la adquisición de defensa y un mayor compromiso con los vecinos del Indo-Pacífico, la Actualización describe las acciones a través de las cuales Australia pretende controlar mejor un entorno estratégico que se está deteriorando ante el avance militar de China.


¿Cuál es el "Leit-Motiv" de la Actualización?

Durante el acto de presentación de la Actualización en Canberra, el Primer Ministro Morrison proporcionó una evaluación sombría del entorno estratégico que rodea la publicación del documento, al prever "un mundo post-COVID que es más pobre, más peligroso y más desordenado". La actualización señala un entorno estratégico notablemente diferente y cada vez más hostil al descrito en el Libro Blanco de Defensa de 2016, con las principales potencias militares cada vez más asertivas en la región y llevando a cabo actividades coercitivas que elevan la frecuencia de conflictos y el nivel de tensión.


¿Hacia dónde señala esta Actualización?

La Actualización señala hacia lo que algunos han sugerido como un retorno a la llamada doctrina de la "defensa de Australia" de mediados de la década de 1970, priorizando la planificación estratégica en las islas del Pacífico y Indo-Pacífico o lo que la Actualización considera como la "región inmediata" de Australia. Dentro de esta región, Australia ha reemplazado los objetivos estratégicos del Libro Blanco de Defensa de 2016 por tres nuevos objetivos: dar forma al entorno estratégico de Australia al profundizar el compromiso con otras naciones del Indo-Pacífico, disuadir las acciones contra los intereses australianos y responder a las amenazas con una fuerza militar creíble.


¿Qué refuerza la Actualización?

Como en casi todos los Libros Blancos y documentos de políticas que datan de mediados de la década de 1970, la Actualización refuerza la importancia de la alianza de Australia con Estados Unidos y la protección que brinda su arsenal nuclear. Sin embargo, parte de la excesiva dependencia militar de Washington al indicar que Australia asumirá "una mayor responsabilidad por nuestra propia seguridad" y "aumentará su capacidad de autosuficiencia para producir efectos disuasorios". Y para desarrollar las capacidades de disuasión de Australia, el Plan de actualización estratégica militar publicado junto con la Actualización, proporciona un impulso significativo al presupuesto militar, que representa actualmente el 2% del PIB de Australia.


¿De qué cantidad estamos hablando?

Para 2030, la Actualización señala que el presupuesto militar totalizará 575 mil millones de dólares australianos, En cuanto a su destino, lo prioritario será la modernización del armamento convencional obsoleto, donde una de las mejoras más destacadas va a ser la adquisición de misiles antibuque de largo alcance AGM-158C para equiparlos en la flota australiana de aviones F/A-18 Super Hornet. Los misiles reemplazan el viejo sistema de misiles Harpoon introducido hace casi cuatro décadas pues mientras que los Harpoon ofrecen un alcance de 124 km, los AGM-158C ofrecen un alcance de 370 km. También se destaca la inversión en cohetes de largo alcance y sistemas de artillería móvil, así como en misiles hipersónicos. La actualización también incluye disposiciones fuera de las armas convencionales, especialmente en capacidad espacial, ciberseguridad, sistemas de guerra electrónica y tecnologías emergentes, así como inversiones para actualizar la red de radares sobre el horizonte de Jindalee.


¿Cómo ha reaccionado China a la Actualización?

Si bien la actualización se ha recibido con el apoyo político interno bipartidista y una amplia bienvenida de muchos de los vecinos australianos en el Indo-Pacífico, la Actualización ha sido recibida con sospechas por parte de Beijing. La relación de Australia con China está en su punto más bajo en años, y el impulso de Canberra para una investigación internacional sobre el manejo de la pandemia COVID-19 ha desencadenado una disputa hostil entre las dos naciones. La actualización sugiere que Australia ha descartado ya su hasta ahora cuidadoso equilibrio económico y estratégico con Beijing y está más dispuesto a oponerse a las actividades chinas que puedan contravenir las leyes y normas internacionales. Este enfoque más asertivo puede hacer que la relación bilateral ya inestable se deteriore aún más, lo que tendrá un efecto importante a corto plazo para las industrias australianas que dependen de China. Es probable que la tensión futura se intensifique hasta la imposición de medidas económicas punitivas en la línea de los aranceles impuestos por China a las exportaciones de cebada australianas en mayo, y que tales acciones generen importantes impactos económicos a corto plazo.


¿Qué puede hacer Australia para evitar el impacto económico?

Australia ha reconocido su vulnerabilidad y hay medidas para comenzar a desacoplarse parcialmente de China y diversificar sus relaciones económicas y comerciales, incluido un acuerdo de libre comercio firmado recientemente con Indonesia. Los encargados de la formulación de políticas también están buscando un compromiso militar y estratégico más profundo con la India, que está comenzando a expresar sus preocupaciones sobre el expansionismo territorial chino. Mientras que a corto plazo Australia seguirá siendo vulnerable a las acciones punitivas de China, a largo plazo el impacto de tales acciones podría disminuir. 

miércoles, 15 de abril de 2020

North Korea advances hidden into the fog


Another country that does not rest nor let rest: The multiple launch of tuesday 14th comes a day before the South holds parliamentary elections, and at a time when the world’s attention has been largely focussed on the Covid-19 pandemic, which Pyongyang insists it has so far escaped.

Taking advantage of the pandemic of Covid-19, North Korea has been carrying out tests of new advanced multiple launch rocket systems; but in this case it is suspected that has tested a new type of surface-to-ship cruise missile designed to hit “any enemy Warship”.

This launch takes place just when the pandemy of Covid-19 is hitting the aircraft carriers USS Carl Vinson, USS Ronald Reagan and other US Navy ships, and a day before the 108th anniversary of the birth of Kim Il Sung, grandfather of the current leader Kim Jong Un.

The missiles flew some 200 kilometres over the Sea of Japan, which analysts said was an improvement on a 2015 test that flew only 100 kilometres. 

domingo, 12 de abril de 2020

China's devious move under cover of virus


A Vietnamese fishing boat has been rammed and sunk. Military aircraft have landed at its artificial-island fortresses. And large-scale naval exercises has let everyone know China's navy is still pushing the boundaries, hard.

As outbreaks debilitate the US Navy, there are fears China may be using the coronavirus pandemic as cover for asserting control over the South China Sea, as China's People's Liberation Army knows this presents an opportunity: "The outbreak of COVID-19 has significantly lowered the US Navy's warship deployment capability in the Asia-Pacific region," an article on its official website declares.

Meanwhile, the USS Theodore Roosevelt aircraft carrier strike group has retreated from the contested waterway in an unscheduled return to Guam - with hundreds of cases of COVID-19 on board. That has international affairs analysts worried that even a short-term withdrawal of US and international from the East and South China Seas could give Beijing the opportunity it has been waiting for: "I think China is exploiting the US Navy's coronavirus challenges to improve its position in the South China Sea by giving the appearance it can and will operate there at will while the US is hamstrung," former Pacific Command Joint Intelligence Centre director Carl Schuster told CNN.

sábado, 11 de abril de 2020

¿What if all the wolves decide to attack now?


With a forced aircraft carrier in port and nuclear missile crews hit by Covid-19, the United States are now facing the possibility of a large-scale opportunistic attack, taking advantage of the drop in defenses on all fronts: According to Hans Kristensen, a nuclear weapons expert at the Federation of American Scientists, all US nuclear facilities except one have been affected by the virus.

Fortunately, the Pentagon has been completely proactive in establishing a "bubble" system in early March, creating two separate operational teams for submarines and nuclear missile silos. However, it is worth considering to what extent these measures should have been adopted previously, considering that on Thursday 9 the Newsweek magazine published a map showing that cases of coronavirus had appeared in 150 military bases.

In addition to what was reported by Newsweek, it is known that four aircraft carriers have also been reached, among which the aircraft carrier USS Roosevelt stands out, forced to dock in Guam for a long period due to an outbreak that has affected 416 of the 4.800 on board . The other three aircraft carriers affected have been USS Reagan, docked in Japan, and USSs Vinson and Nimitz, both under maintenance in Washington state.

Perhaps the United States have done the big mistake in being so transparent, because nature shows us time after time that wolves get emboldened as more weakness they perceive in their prey. ¿Will China take advantage to expand its military presence further into the Pacific? ¿Will Russia fail to take advantage of this golden opportunity to strengthen its military presence in the Arctic? Hamas, Hezbollah, IranNorth Korea... ¿Will all of them fail to seize this opportunity to deliver the great blow to their eternal and hated enemies? ¿Or perhaps are all of them just waiting for the best moment to deliver the great blow, when the United States will show its maximum level of weakness? I prefer not imagine it. In that case, May God mercy all of us. Good afternoon, and good luck.

sábado, 4 de abril de 2020

China avanza amparada en el miedo


A medida que el pánico mundial por el coronavirus domina los medios de comunicación, China está aprovechando la distracción para impulsar su poder económico y militar en un triple frente: Europa, Taiwán, y el Mar del Sur de China.

Al comienzo de esta crisis, no pocos analistas afirmaron que podríamos estar asistiendo al comienzo del fin del sistema comunista en China, de manara análoga a lo acontecido en Rusia tras el accidente de Chernobyl. Sin embargo, parece estar ocurriendo todo lo contrario: El régimen comunista ha utilizado la crisis para consolidar su posición dentro de sus fronteras, mientras que Estados Unidos comienza a padecer una crisis de consecuencias imprevisibles.


China amenaza la supremacía económica y militar de los Estados Unidos

Para comenzar a entender de qué manera China está utilizando el coronavirus para hacer realidad sus ambiciones globales, quizá sea conveniente reproducir ciertos fragmentos de un artículo publicado el 18 de Marzo por Kurt Campbell y Rush Doshi en la revista Foreign Affairs que edita el CFR:

"A medida que Washington vacila, Beijing se mueve rápida y hábilmente para aprovechar la apertura creada por los errores de Estados Unidos, llenando el vacío para posicionarse como el líder mundial en la respuesta a la pandemia. China está trabajando para promocionar su propio sistema, proporcionar asistencia material a otros países e incluso organizar a otros gobiernos. (...) Fueron los propios pasos en falso de Beijing, especialmente sus esfuerzos al principio para ocultar la gravedad y la propagación del brote, lo que ayudó a crear la crisis que ahora afecta a gran parte del mundo. Sin embargo, Beijing entiende que si se lo ve como líder, y se ve que Washington no puede o no quiere hacerlo, esta percepción podría alterar fundamentalmente la posición de los Estados Unidos en la política global y la competencia por el liderazgo en el siglo XXI."

Por si la advertencia del CFR no bastase para empezar a tomar conciencia de la situación, merece traer también a colación otra cita reciente, esta vez del PLA Daily publicada el 23 de Marzo: "El entrenamiento en preparación a la guerra no se detendrá incluso en medio de la epidemia de Covid-19, y el entrenamiento de pilotos de combate basados en portaaviones debe continuar". Esto nos indica a las claras que mientras todos estábamos distraídos con el Coronavirus, China ha estado aprovechando la oportunidad para intimidar a Taiwán y para expandir su presencia en el Pacífico sin que nos hayamos dado cuenta.

Como primer botón de muestra, la pasada semana el South China Morning Post publicó un artículo titulado "En la niebla del coronavirus, la lucha sobre Taiwán pasa por debajo del radar". En el artículo se daba la noticia de que durante el último mes China invadió el espacio aéreo taiwanés, realizó ejercicios militares a través del Estrecho de Taiwán y dañó una embarcación de la Guardia Costera de Taiwán durante el acoso de una lancha rápida china.

¿Quieren otro botón de muestra? Pues ahí va: China también ha estado haciendo incursiones en los arrecifes cercanos a Filipinas, más concretamente en los arrecifes de Fiery Cross y Subi Reefs, ubicados en las Islas Spratly. Si bien estos arrecifes no se incluyeron en un fallo internacional como pertenecientes a Filipinas, lo cierto es que se encuentran más cerca de Filipinas que otro arrecife sobre el que China construyó una instalación y que se determinó que era territorio filipino.

Mientras tanto, China también ha utilizado el pánico del Coronavirus para extender su influencia por Europa: Varios países europeos han recurrido a China en busca de ayuda para combatir la pandemia y, por lo tanto, China ha sido aclamada como salvadora. Si bien el envío de máscaras faciales, ventiladores y personal médico no puede ser calificado en modo alguno de incursión militar, lo cierto es que le está facilitando a China la futura extensión de su iniciativa Belt and Road, iniciativa que también incluye ambiciones militares globales.

En lo referente al desarrollo tecnológico militar, China está modernizando sus fuerzas armadas y mejorando sus capacidades de cara a un hipotético enfrentamiento con Estados Unidos: El 10 de marzo, la Armada y la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLA) realizaron un ejercicio conjunto que "simuló encuentros cara a cara con aviones y buques de guerra extranjeros invasores en el Mar del Sur de China". El ejercicio ensayó la búsqueda de aviones extranjeros no identificados, "expulsando aviones enemigos del espacio aéreo de China" e incluso "derribándolos con misiles para evitar que ataquen buques de guerra chinos".


Estados Unidos se prepara ante un posible enfrentamiento militar

El pasado 4 de marzo, la Cámara de Representantes aprobó la Ley de Taipei (Iniciativa de Protección y Mejoramiento Internacional de los Aliados de Taiwán), que luego fue promulgada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Esa iniciativa reconoce el continuo apoyo de Estados Unidos a Taiwán y pretende enviar a China un fuerte mensaje en el sentido de que habrá consecuencias para toda acción encaminada a socavar la integridad territorial y la soberanía e independencia de Taiwán.

La Casa Blanca ha recibido varias advertencias de los principales funcionarios militares y políticos que indican que Estados Unidos debe estar preparado para un conflicto con China. Más concretamente, el subsecretario adjunto de Defensa de Estados Unidos para China, Chad Sbragia, ha advertido que China se encuentra actualmente en "uno de los esfuerzos de modernización militar más ambiciosos de la historia reciente" y que "En la mayoría de los puntos críticos potenciales en la región del Indo-Pacífico (el Estrecho de Taiwán, el Mar del Sur de China, las Islas Senkaku o la Península de Corea), Estados Unidos puede encontrarse en una crisis militar con China".

Como preparación a la guerra, Estados Unidos ha aumentado su presencia en las aguas en disputa alrededor de China y el sudeste asiático, realizando ejercicios con fuego real de misiles en el Mar de Filipinas, que no en vano es la arteria marítima crítica para los buques de guerra chinos cuando navegan hacia el Pacífico occidental y el Océano Índico.


Conclusión

Todo lo anterior parece indicar que en los próximos años habrá un giro asombroso en los eventos mundiales, hasta el punto de que asistamos al surgimiento de una superpotencia asiática gigante, con una Rusia y China modernizadas a la cabeza, que afectará dramáticamente a la supremacía económica y militar norteamericana surgida tras la Segunda Guerra MundialEl marco para este giro tumultuoso de eventos se podría estar dando ya en este momento, aprovechando que el mundo occidental ha entrado en pánico ante la extensión del COVID-19. ¿Será esta pandemia la antesala a un estallido bélico a gran escala? Podría ser: Las guerras se sabe cómo empiezan, pero no cómo acaban. Buenas noches, y buena suerte.



viernes, 3 de abril de 2020

Veinte mil millones de dólares para contrarrestar a China en el Pacífico


El almirante jefe del comando Indo-Pacífico, Philip Davidson, pretende gastar veinte mil millones de dólares en un ambicioso proyecto concebido para dispersar más tropas y armamento avanzado en todo el Pacífico, desplegar sistemas de defensa antimisiles y crear una red de campos de entrenamiento conjuntos que se extiendan desde California hasta Japón.


La propuesta pretende que la región del Pacífico sea la prioridad número uno del Pentágono, de acuerdo con la Estrategia de Defensa Nacional, que se enfoca a impedir a toda costa la supremacía militar china. Esto es algo que según Davidson se está olvidando a la hora de asignar fondos, ya que la cantidad solicitada constituye tan sólo un 80 por ciento de lo que Washington lleva gastado en la EDI (European Defense Initiativedurante el último lustro.


El proyecto divide el esfuerzo en cinco segmentos, cuyas inversiones conjuntas  equivaldrían a 1.600 millones de dólares en el presupuesto fiscal 2021, y 18.400 millones entre 2022 y 2026. La partida más importante asciende a 5.200 millones para inversiones en sistemas de defensa antimisiles. En definitiva, la idea de Philip Davidson es enviar a China un mensaje muy claro, y es que abandone toda ilusión de contrarrestar la supremacía militar norteamericana en la región del Pacífico.


No obstante y a pesar de todos estos esfuerzos, la situación podría complicarse en esa zona a corto plazo ya que los dos portaaviones asignados están actualmente "fuera de combate": El USS Reagan está siendo reparado en Japón, y el USS Roosevelt permanece en cuarentena detenido en Guam por un serio brote de COVID-19 entre su tripulación. ¿Cómo aprovechará China esta situación? El tiempo lo dirá. Son momentos inciertos, y cualquier error de cálculo podría desembocar en una espiral de violencia incontrolable.


viernes, 27 de marzo de 2020

El COVID-19 como ocasión irrepetible para una agresión oportunista.


En la naturaleza, se entiende como agresión oportunista o más bien infección oportunista aquella causada por patógenos que aprovechan una bajada del nivel de defensas para atacar con más fuerza.

Esto ocurre en la naturaleza a nivel microscópico, pero también forma parte del comportamiento humano: La historia nos muestra una y otra vez que en el arte de la guerra, debilitar al adversario mediante ataques de baja intensidad puede ser la mejor estrategia antes de lanzar el gran ataque.

Y en la situación actual, ahora que sabemos que el COVID-19 está causando un número creciente de bajas en los Estados Unidos de América, uno de los desafíos más importantes que enfrenta esa nación estriba en evitar que China, Rusia, Corea del Norte o Irán, realicen actos de agresión oportunista ya sea contra el territorio continental norteamericano, contra sus bases en distintos países, o contra sus aliados.

Quizás algún lector pudiera pensar que este planteamiento merezca ser descartado por descabellado, pero si alguna lección nos ha dado la historia, es que nunca merece ser descartada ninguna posibilidad en el arte de la guerra, y mucho menos en la actual situación, pues presenta ciertos síntomas de una creciente vulnerabilidad, que puede ser aprovechada a su favor por los principales enemigos de Estados Unidos:

1º) El estado de Washington ha emitido una orden para que todos los trabajadores no esenciales permanezcan en casa durante dos semanas.

2º) Se han emitido órdenes de que el Secretario de Defensa Mark Esper y su adjunto David Norquist, permanezcan físicamente separados a fin de evitar que ambos se incapaciten. Otras agencias de seguridad nacional están siguiendo su ejemplo, y los especialistas en continuidad están preparando la evacuación en caso de que el Coronavirus pase por la Casa Blanca.

3º) Es posible que grandes sectores de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, queden literalmente "fuera de combate". Esta posibilidad no merece ser descartada, teniendo presente que ya existen planes de contingencia para indicar al ejército cómo actuar si todos los sucesores constitucionales quedan incapacitados. Hace más de tres semanas se emitieron órdenes en este sentido, no solo para proteger a Washington sino también para prepararse ante la posibilidad de que sea imprescindible decretar la ley marcial. Según lo publicado por ciertos medios de absoluta solvencia, estos planes de contingencia denominados con los respectivos nombres en clave de Freejack, Octagon y Zodiac, garantizarán en todo caso la continuidad del gobierno.

4º) Las autoridades locales de todo Estados Unidos ya están expresando su preocupación de que no cuentan con suficientes camas ni ventiladores para hacer frente a una posible avalancha de pacientes con Coronavirus. También han expresado su temor a que estalle la violencia en las tiendas donde los productos sean escasos, que la escasez y la violencia se extiendan y que la situación quede fuera de control, con una población civil centrada más en la supervivencia diaria que en la supervivencia de la nación.

Una guerra mundial, una guerra nuclear, es algo que está lejos de la mente de cualquier persona que no esté dominada por el odio. Sin embargo, los enemigos de Estados Unidos y de sus aliados odian a éstos con más fuerza de lo que aman a sus propios pueblos, y esto puede propiciar en cualquier momento un error de cálculo de consecuencias imposibles de imaginar. Esto no es en absoluto algo descartable, pues los enemigos de Norteamérica no descansan:


  • Corea del Norte continúa realizando lanzamientos de misiles balísticos para informar a todos los interesados que a pesar de la pandemia, su poder ofensivo no ha disminuido en absoluto.
  • Irán está aprovechando la pandemia para acusar a Estados Unidos e Israel de ser los autores materiales de la pandemia, al tiempo que ha reiterado su intención de borrar del mapa al estado de Israel.
  • Por si lo anterior no bastase, China ha acusado también a Estados Unidos de ser el autor de la pandemia, atizando el fuego de una animadversión creciente entre las dos superpotencias.


Antes o después, nos olvidaremos de esta pandemia. ¿Qué pasará hasta entonces? Puede ocurrir de todo. ¿Qué podemos hacer hasta entonces? En mi opinión, mucho: Rezar, y volver a Dios. No podemos hacer nada mejor. Quizá algún lector podría decirme que esto último a él no le sirve porque él no es creyente, pero lo siento por él: Dios no necesita que creamos en Él para existir. Podemos negarnos a esta realidad, pero les aseguro que sólo volviendo a Dios conseguiremos la paz verdadera. Si no lo hacemos, la única paz que vamos a conseguir será la paz de los cementerios. En nuestras manos está. Buenas tardes, y buena suerte.


domingo, 22 de marzo de 2020

Minot AFB anuncia un primer caso positivo de COVID-19


La Minot AFB de la USAF, ubicada en Dakota del Norte, anunció el pasado 18 de marzo un primer caso positivo de enfermedad por Coronavirus (COVID-19).

El paciente fue identificado como un miembro no militar adulto: "Hay un caso positivo de COVID-19 de un miembro no militar adulto en la Base de la Fuerza Aérea Minot, Dakota del Norte", dijo la base en un comunicado.

“Para mitigar y gestionar los riesgos asociados con COVID-19, Team Minot está implementando medidas proactivas para reducir la propagación de COVID-19 entre el personal de la base y para garantizar sin fallos la continuación de nuestra misión. Como tal, Team Minot ahora está en HPCON B + y está declarando una emergencia de salud pública. No existen restricciones adicionales de acceso a la base; sin embargo, pueden implementarse en el futuro ".

"Team Minot monitorea continuamente la situación y trabaja en estrecha colaboración con el Departamento de Salud de Dakota del Norte para proporcionar a las familias información actualizada sobre las medidas apropiadas para prevenir la propagación del virus. El distanciamiento social, y las medidas de higiene, son cruciales para frenar la propagación de enfermedades y gérmenes. Los aviadores, sus familias y civiles deben lavarse las manos regularmente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, limitar el contacto con aquellos que han estado enfermos y evitar reuniones con más de 10 personas en un entorno cerrado. Cuando se sienta enfermo, aíslese y llame a la línea directa del Departamento de Salud de Dakota del Norte al 1-866-207-2880 ".

Minot Air Force Base es una base de la USAF ubicada en el condado de Ward, Dakota del Norte, a 13 millas (20 km) al norte de la ciudad de Minot, y en ella tienen su sede el Ala 5 de Bombarderos "Warbirds" y el Ala 91 de misiles "Rough Riders", ambas bajo el Comando de Ataque Global de la Fuerza Aérea (AFGSC). El Ala 5 de Bombarderos es una de las dos únicas alas de la USAF que operan los bombarderos estratégicos de largo alcance con capacidad nuclear Boeing B-52H Stratofortress, y el Ala 91 de Misiles es una de las tres alas de ICBMs de la USAF.