A medida que el pánico mundial por el coronavirus domina los medios de comunicación, China está aprovechando la distracción para impulsar su poder económico y militar en un triple frente: Europa, Taiwán, y el Mar del Sur de China.
Al comienzo de esta crisis, no pocos analistas afirmaron que podríamos estar asistiendo al comienzo del fin del sistema comunista en China, de manara análoga a lo acontecido en Rusia tras el accidente de Chernobyl. Sin embargo, parece estar ocurriendo todo lo contrario: El régimen comunista ha utilizado la crisis para consolidar su posición dentro de sus fronteras, mientras que Estados Unidos comienza a padecer una crisis de consecuencias imprevisibles.
China amenaza la supremacía económica y militar de los Estados Unidos
Para comenzar a entender de qué manera China está utilizando el coronavirus para hacer realidad sus ambiciones globales, quizá sea conveniente reproducir ciertos fragmentos de un artículo publicado el 18 de Marzo por Kurt Campbell y Rush Doshi en la revista Foreign Affairs que edita el CFR:
"A medida que Washington vacila, Beijing se mueve rápida y hábilmente para aprovechar la apertura creada por los errores de Estados Unidos, llenando el vacío para posicionarse como el líder mundial en la respuesta a la pandemia. China está trabajando para promocionar su propio sistema, proporcionar asistencia material a otros países e incluso organizar a otros gobiernos. (...) Fueron los propios pasos en falso de Beijing, especialmente sus esfuerzos al principio para ocultar la gravedad y la propagación del brote, lo que ayudó a crear la crisis que ahora afecta a gran parte del mundo. Sin embargo, Beijing entiende que si se lo ve como líder, y se ve que Washington no puede o no quiere hacerlo, esta percepción podría alterar fundamentalmente la posición de los Estados Unidos en la política global y la competencia por el liderazgo en el siglo XXI."
Por si la advertencia del CFR no bastase para empezar a tomar conciencia de la situación, merece traer también a colación otra cita reciente, esta vez del PLA Daily publicada el 23 de Marzo: "El entrenamiento en preparación a la guerra no se detendrá incluso en medio de la epidemia de Covid-19, y el entrenamiento de pilotos de combate basados en portaaviones debe continuar". Esto nos indica a las claras que mientras todos estábamos distraídos con el Coronavirus, China ha estado aprovechando la oportunidad para intimidar a Taiwán y para expandir su presencia en el Pacífico sin que nos hayamos dado cuenta.
Como primer botón de muestra, la pasada semana el South China Morning Post publicó un artículo titulado "En la niebla del coronavirus, la lucha sobre Taiwán pasa por debajo del radar". En el artículo se daba la noticia de que durante el último mes China invadió el espacio aéreo taiwanés, realizó ejercicios militares a través del Estrecho de Taiwán y dañó una embarcación de la Guardia Costera de Taiwán durante el acoso de una lancha rápida china.
¿Quieren otro botón de muestra? Pues ahí va: China también ha estado haciendo incursiones en los arrecifes cercanos a Filipinas, más concretamente en los arrecifes de Fiery Cross y Subi Reefs, ubicados en las Islas Spratly. Si bien estos arrecifes no se incluyeron en un fallo internacional como pertenecientes a Filipinas, lo cierto es que se encuentran más cerca de Filipinas que otro arrecife sobre el que China construyó una instalación y que se determinó que era territorio filipino.
Mientras tanto, China también ha utilizado el pánico del Coronavirus para extender su influencia por Europa: Varios países europeos han recurrido a China en busca de ayuda para combatir la pandemia y, por lo tanto, China ha sido aclamada como salvadora. Si bien el envío de máscaras faciales, ventiladores y personal médico no puede ser calificado en modo alguno de incursión militar, lo cierto es que le está facilitando a China la futura extensión de su iniciativa Belt and Road, iniciativa que también incluye ambiciones militares globales.
En lo referente al desarrollo tecnológico militar, China está modernizando sus fuerzas armadas y mejorando sus capacidades de cara a un hipotético enfrentamiento con Estados Unidos: El 10 de marzo, la Armada y la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLA) realizaron un ejercicio conjunto que "simuló encuentros cara a cara con aviones y buques de guerra extranjeros invasores en el Mar del Sur de China". El ejercicio ensayó la búsqueda de aviones extranjeros no identificados, "expulsando aviones enemigos del espacio aéreo de China" e incluso "derribándolos con misiles para evitar que ataquen buques de guerra chinos".
Estados Unidos se prepara ante un posible enfrentamiento militar
El pasado 4 de marzo, la Cámara de Representantes aprobó la Ley de Taipei (Iniciativa de Protección y Mejoramiento Internacional de los Aliados de Taiwán), que luego fue promulgada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Esa iniciativa reconoce el continuo apoyo de Estados Unidos a Taiwán y pretende enviar a China un fuerte mensaje en el sentido de que habrá consecuencias para toda acción encaminada a socavar la integridad territorial y la soberanía e independencia de Taiwán.
La Casa Blanca ha recibido varias advertencias de los principales funcionarios militares y políticos que indican que Estados Unidos debe estar preparado para un conflicto con China. Más concretamente, el subsecretario adjunto de Defensa de Estados Unidos para China, Chad Sbragia, ha advertido que China se encuentra actualmente en "uno de los esfuerzos de modernización militar más ambiciosos de la historia reciente" y que "En la mayoría de los puntos críticos potenciales en la región del Indo-Pacífico (el Estrecho de Taiwán, el Mar del Sur de China, las Islas Senkaku o la Península de Corea), Estados Unidos puede encontrarse en una crisis militar con China".
Como preparación a la guerra, Estados Unidos ha aumentado su presencia en las aguas en disputa alrededor de China y el sudeste asiático, realizando ejercicios con fuego real de misiles en el Mar de Filipinas, que no en vano es la arteria marítima crítica para los buques de guerra chinos cuando navegan hacia el Pacífico occidental y el Océano Índico.
Conclusión
Todo lo anterior parece indicar que en los próximos años habrá un giro asombroso en los eventos mundiales, hasta el punto de que asistamos al surgimiento de una superpotencia asiática gigante, con una Rusia y China modernizadas a la cabeza, que afectará dramáticamente a la supremacía económica y militar norteamericana surgida tras la Segunda Guerra Mundial. El marco para este giro tumultuoso de eventos se podría estar dando ya en este momento, aprovechando que el mundo occidental ha entrado en pánico ante la extensión del COVID-19. ¿Será esta pandemia la antesala a un estallido bélico a gran escala? Podría ser: Las guerras se sabe cómo empiezan, pero no cómo acaban. Buenas noches, y buena suerte.
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