jueves, 25 de mayo de 2017

23 de Mayo: DEFCON 4


Actualmente no hay amenazas nucleares inminentes contra los Estados Unidos. Sin embargo, hay eventos que están ocurriendo actualmente que requieren una vigilancia más estrecha. Vamos a verlos a continuación:
  • Los Estados Unidos y Corea del Norte siguen frente a frente y la tensión va en aumento.
  • Por parte de Estados Unidos hay un gran número de hombres y material desplazados hacia la Península de Corea.
  • Por parte de Corea del Norte ese país continúa avanzando en su programa nuclear.
  • La situación en la zona es muy volátil y la tensión puede agravarse en cualquier momento: Estados Unidos tiene desplegados en suelo surcoreano 100 aviones de combate F-16 con los que ha estado realizando ejercicios en el espacio aéreo de Corea del Sur de manera regular durante algún tiempo. Considerando que este tipo de ejercicios a menudo tienen lugar antes de un ataque -tal como fué en el caso de la Operación Tormenta del Desierto- cabe admitir la posibilidad -cada vez más probable- de un ataque preventivo en cualquier fecha -aunque más probablemente a partir del 27 de mayo- contra importantes objetivos estratégicos en Corea del Norte, que se podrían llevar a cabo en un primer momento utilizando aviones F-35 y misiles Tomahawk. ¿De qué manera reaccionaría Corea del Norte? En el mejor de los casos -esto es, en el caso de que el ataque preventivo de Estados Unidos con los F-35 y los Tomahawk deje fuera de combate las defensas antiaéreas de Corea del Norte, las piezas de artillería que apuntan hacia Corea del Sur, y todas sus lanzaderas de misiles nucleares- podríamos pensar en una rápida y definitiva solución al problema de Corea del Sur. Ahora bien, si el primer ataque no consigue sus objetivos, la reacción de Corea del Sur cabe pensar que incluya ataques con armas de destrucción masiva dirigidas contra cualquier territorio aliado de Estados Unidos que pueda quedar a su alcance, especialmente Corea del Sur y Japón. Si además pudiese alcanzar las bases de Estados Unidos en otras zonas del Pacífico e incluso atacar el continente americano, la situación se tornaría impredecible.
  • Otra posibilidad que no merece ser descartada en modo alguno es que Corea del Norte lance un primer ataque preventivo contra Estados Unidos, generando un pulso electromagnético sobre su territorio. Ese pulso vendría generado por la explosión de un dispositivo nuclear alojado en uno o ambos de los dos satélites de observación terrestre KMS 3-2 y KMS-4 puestos en órbita por Corea del Norte en Abril de 2012 y Febrero de 2016 respectivamente. En ese caso, las consecuencias negativas serían de todo tipo: Apagones masivos, corte total de comunicaciones, destrucción de los sistemas electrónicos de aviones, automóviles, camiones y trenes, y todo el caos consiguiente: Aviones que caen en tierra, autopistas y carreteras colapsadas, servicios de emergencia inoperativos, hospitales inutilizados, etc.


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