Como los lectores de este blog ya conocen, suelo dedicar poca atención a asuntos no directamente relacionados con el desarrollo tecnológico de misiles. Ahora bien, en las últimas semanas se han alzado ciertas voces autorizadas, exponiendo una inquietante hipótesis que voy a tratar en este post, pues la considero digna de atención.
Rusia se siente gravemente amenazada
Durante la pasada Conferencia Internacional de Seguridad celebrada en Moscú a finales del mes pasado, el Teniente General Viktor Poznihir, en representación de las fuerzas armadas de Rusia, declaró públicamente que, a tenor de ciertos movimientos que está llevando a cabo Estados Unidos, la conclusión más acertada es que Washington está preparando un primer ataque nuclear contra Rusia. A estas declaraciones públicas pueden ustedes acceder a través de los siguientes enlaces :
Y hasta donde sabemos, desde Estados Unidos no se ha alzado ninguna voz desmintiendo categóricamente al Teniente General Poznihir. ¿No les parece esto un poco inquietante? ¿Acaso han leído siquiera algún comentario a este respecto en los medios de comunicación de masas? Nada de esto ha aparecido en la CNN, ni en el New York Times, ni en el Washington Post, ni en cualesquiera otros medios de comunicación occidentales. ¿No les parece un poco extraño que Estados Unidos guarde tanto silencio?
China se siente gravemente amenazada
Al igual que Rusia, China tambien ha mostrado públicamente su temor, o más bien su convicción, de que Estados Unidos prepara un primer ataque nuclear contra esa gran nación. Tampoco en este caso Estados Unidos ha realizado siquiera el más mínimo intento de tranquilizar a China. ¿Por qué? ¿No les parece un poco sospechoso?
¿Se van a quedar China y Rusia a verlas venir?
¿Qué harían ustedes si tuvieran la convicción de que alguien quiere destruir a su familia? ¿Esperarían ustedes a ver qué ocurre... para entonces decidir el grado de reacción... o se anticiparían al ataque, tratando de neutralizar al potencial agresor? Cada cual es libre de pensar y actuar como considere conveniente, pero en lo que respecta a Rusia, el pensamiento de Vladimir Putin es bien claro: “Hace cincuenta años, las calles de Leningrado me enseñaron una cosa: Si la lucha es inevitable, debes dar el primer golpe.” (https://www.youtube.com/watch?v=JNEcDmFR6E4)
Nunca en la historia se ha dado la situación actual
La situación a la que hemos llegado, es una situación que no es comparable con ninguna situación anterior, pues hasta la fecha nunca dos superpotencias militares habían coincidido en su convicción de que se estaba preparando un ataque nuclear por sorpresa, contra ambas, por parte de una tercera superpotencia militar. Esta ausencia de precedentes nos impide suponer, anticipar, cuál va a ser el curso de los acontecimientos. Y esto es grave, porque cuando tú convences a alguien de que vas a matarle, debes contemplar la posibilidad de que ese alguien procure matarte a tí antes de que lo hagas tú. Es así de simple, y en esta situación estamos inmersos: Para China y Rusia, la amenaza común se llama Estados Unidos. Deben elegir si quieren quedarse a ver los misiles venir, o si quieren atacar a Estados Unidos por todos los medios a su alcance. Es así de simple y así de triste, pero, por desgracia para todos, esta es la situación actual:
¿Qué gana Estados Unidos con un ataque sorpresa?
Ante la hipótesis planteada, surge la pregunta del millón: ¿A quién le interesa iniciar una guerra en la que nadie va a vencer? De nuevo, volvemos al punto anterior: La situación actual ya no es en modo alguno de equilibrio nuclear, tal como era en pasadas décadas. La situación actual es que Estados Unidos ha venido rodeando poco a poco a China y a Rusia con sistemas concebidos en principio para neutralizar los misiles procedentes de Irán y de Corea del Norte, pero... tanto Rusia como China están convencidos de que Irán y Corea del Norte no son más que meras cortinas de humo para impedir a la opinión pública percibir el verdadero propósito de tales sistemas defensivos: neutralizar toda capacidad de respuesta ya sea de China o de Rusia ante una agresión a su territorio. Ambos países han llegado a la conclusión -bien fundamentada, a mi juicio- de que un primer y simultáneo golpe sorpresa contra China y contra Rusia dejaría literalmente fuera de combate a ambas naciones, que serían incapaces de responder a ese primer ataque. Pero aún en tal caso, los sistemas defensivos dispuestos en Europa (España, Polonia y Rumanía, principalmente), en Asia Pacífico (Corea del Sur, Japón y Australia, principalmente) y en la costa oeste de Estados Unidos, neutralizarían cualquier misil que fuera dirigido contra Estados Unidos, dejando literalmente intacta a esa nación. Más aún: Un contraataque de China y/o de Rusia, no haría más que servir de excusa para un segundo ataque. ¿Resultado? Victoria total de Estados Unidos, derrota total de China y de Rusia. Desde luego, Vladimir Putin quiere creer que todavía existe la esperanza de que el ataque no se produzca, pero cada vez van quedando menos posibilidades: La pasada semana, el comandante de las fuerzas norteamericanas desplegadas en Europa ha pedido más dinero al Congreso de los Estados Unidos, en orden a “contrarrestar una Rusia resurgente.” https://www.rt.com/news/387063-nato-counter-resurgent-russia/
Ahora comparen el vídeo anterior, con este otro, y saquen sus conclusiones:
¿Habrá daños colaterales?
Si al final esta guerra fría se convierte en guerra caliente, varias naciones están en el punto de mira y podrían ser aniquiladas. Las guerras se sabe como empiezan, pero no cómo acaban. Y en caso de que al final se rompa la cuerda, las consecuencias van a sufrirlas en un primer momento China y Rusia, y en segundo lugar, los aliados de Estados Unidos. Esto incluye a todos los países de la OTAN, que están ya en el punto de mira de los misiles rusos; pero tambien a Corea del Sur, Japón y Australia, que están en el punto de mira de los misiles chinos.
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