domingo, 26 de febrero de 2023

Arsenal nuclear de Rusia: ¿Cómo es su tamaño y quién lo controla?



El presidente Vladimir Putin emitió en fechas recientes una advertencia nuclear a Occidente sobre Ucrania, anunciando que se habían puesto en servicio de combate nuevos sistemas estratégicos. Voy a tratar de exponer en este post cuál es el arsenal nuclear de Rusia, qué tamaño tiene y quién lo comanda.

SUPERPOTENCIA NUCLEAR

Parece un hecho cierto que Rusia, heredera de las armas nucleares de la Unión Soviética, tendría la reserva de ojivas nucleares más grande del mundo. Esto vendría a significar hoy y ahora que Putin controlaría alrededor de 5.977 ojivas de este tipo.

¿EL TAMAÑO IMPORTA?

La clave no estriba en el número de ojivas disponibles, sino en cómo hacer que lleguen al objetivo. Para ello, se utilizan distintos medios terrestres, marítimos y aéreos que conforman lo que se conoce como Triada Nuclear: Misiles lanzados desde tierra, misiles lanzados desde aviones, y misiles lanzados desde submarinos.

¿CÓMO ES LA TRIADA NUCLEAR RUSA?

En cuanto a medios terrestres, Rusia parece tener alrededor de 400 misiles balísticos intercontinentales armados con armas nucleares, que según el Boletín de los Científicos Atómicos podrían ser teóricamente capaces de transportar hasta 1.185 ojivas. En cuanto a medios marítimos, Rusia operaría 10 submarinos armados con armas nucleares, que podrían transportar un máximo de 800 ojivas. Y en cuanto a medios aéreos, tendría entre 60 y 70 bombarderos nucleares.

¿CUÁNTAS OJIVAS ESTÁN DESPLEGADAS Y DÓNDE?

De esas 5.977 ojivas a disposición de Rusia, se estima que 1.500 de esas ojivas estarían retiradas (pero probablemente aún intactas), 2.889 estarían en reserva, y alrededor de 1.588 serían ojivas estratégicas ya desplegadas: Alrededor de 812 estarían desplegados en misiles balísticos terrestres, alrededor de 576 estarían desplegadas en misiles balísticos lanzados desde submarinos, y alrededor de 200 estarían desplegadas en bases de bombarderos pesados, según el Boletín de los Científicos Atómicos.

¿QUIÉN DA LA ORDEN DE LANZAMIENTO?

El presidente ruso es quien toma las decisiones en última instancia cuando se trata del uso de armas nucleares rusas, tanto estratégicas como no estratégicas, de acuerdo con la doctrina nuclear de Rusia.

¿DONDE ESTÁ EL BOTÓN NUCLEAR?

El botón de disparo se encuentra en un llamado maletín nuclear, o "Cheget" (llamado así por el Monte Cheget en las montañas del Caucaso), que a su vez está al alcance del presidente en todo momento. También se cree que el ministro de defensa y el jefe del estado mayor general tienen acceso a sendos maletines nucleares. Esencialmente, el maletín es una herramienta de comunicación que vincula al presidente con sus altos mandos militares y de ahí con las fuerzas de cohetes, a través de dos redes electrónicas de mando y control denominadas respectivamente "Kavkaz" y "Kazbek".

¿ES POSIBLE REVOCAR UNA ORDEN DE ATAQUE?

Ciertas imágenes mostradas por el canal de televisión ruso Zvezda TV mostraban lo que decía era uno de los maletines, donde se podían apreciar dos botones: un botón blanco de "lanzar" y un botón rojo de "cancelar". El maletín se activa con una tarjeta flash especial, según Zvezda TV.

¿CÓMO SE ACTÚA EN CASO DE UN ATAQUE INMINENTE?

Si Rusia pensara que se enfrenta a un ataque nuclear estratégico, el presidente, a través de los maletines, enviaría una orden de lanzamiento directo al mando del Estado Mayor y a las unidades de mando de reserva que posean códigos nucleares. Tales órdenes son transmitidas rápidamente en cascada hacia las unidades de cohetes estratégicos que procederán a disparar sus respectivos misiles a cargo contra los objetivos programados.

¿CÓMO SE ACTÚA EN CASO DE UN ATAQUE YA CONFIRMADO?

Si se confirmara un ataque nuclear, el presidente podría activar el llamado sistema de "Mano Muerta" o "Perímetro" de último recurso: esencialmente las computadoras decidirían el fin del mundo. Un ordenador de control se encargaría de ejecutar un programa de ataques nucleares desde todo el vasto arsenal de Rusia.

sábado, 4 de febrero de 2023

GAMMA-H: ¿Ganas de revancha?



El Pentágono quiere descubrir cómo fabricar misiles hipersónicos de manera más eficiente a través de un nuevo programa de fabricación aditiva denominado GAMMA-H (Growing Additive Manufacturing Maturity for Airbreathing Hypersonics) cuyo objetivo a grandes rasgos no es otro que desarrollar técnicas de impresión 3D que permitan obtener piezas aptas para cumplir los estándares de temperatura y propulsión propios de los misiles hipersónicos.

Este tipo de misiles que está caracterizado por desplazarse a velocidades superiores a Mach 5 (esto es, superiores a 1.700 metros por segundo) representa un doble reto estratégico y tecnológico ya que si por un lado es necesario rediseñar las piezas de una manera tal que el resultado no es posible de fabricarse por métodos convencionales, por otro lado sus principales competidores (China y Rusia) llevan la delantera en esta carrera, lo cual genera ganas de revancha en el Pentágono.

El reto de los puntos de ruptura

Entre los muchos retos que representa desplazar un misil a hipervelocidad, hay tres de ellos para los cuales la manufactura aditiva resulta prácticamente obligatoria: los puntos de ruptura, el flujo del aire, y el calor.

Cada unión entre dos piezas de un conjunto representa siempre un punto de ruptura, que por mucho y muy bien que esté resuelto va a tender por pura física a romperse.

Sin embargo, la manufactura aditiva permite convertir un conjunto de piezas en una sola pieza, ya que no existen limitaciones de diseño a la hora de fabricar, y por tanto se disminuye la cantidad de piezas individuales que forman el misil.

El reto del flujo de aire

Hay una ley física por la cual todos los fluidos se comportan como sólidos en función directa de su velocidad.

Esto supone que en condiciones de hipervelocidad, la atmosfera se comportará más como un sólido que como un fluido, lo cual requiere ser compensado para evitar disminuciones de maniobrabilidad y excesos de temperatura.

Para afrontar con éxito este desafío se hace necesario rediseñar las piezas del misil, y esto supone un verdadero reto porque normalmente el diseño resultante es, o puede ser en muchos casos, imposible de obtener por mecanizado... pero siempre será posible mediante manufactura aditiva.

El reto del calor

El contacto del extremo delantero del misil con la atmósfera, genera siempre un rozamiento que a su vez se convierte en calor. 

En condiciones de hipervelocidad, el calor que se genera en el extremo delantero del misil puede ser tan elevado que se hace necesario pensar en el uso de materiales que aguanten esas temperaturas.

Este reto puede afrontarse con la utilización de materiales cerámicos, lo cual supone a su vez otro reto, y es cómo generar piezas de ciertas geometrías complejas, fabricándolas con cerámica. Ante este reto, existen tambien algunas soluciones basadas en el uso de la manufactura aditiva.