miércoles, 18 de marzo de 2020

¿A qué obedece realmente el despliegue de la 76-2?


El Pentágono anunció por primera vez el 4 de febrero que la ojiva nuclear W-76-2 ya está desplegada en un SLBM Trident II. Basada en la W76, esta nueva ojiva nuclear táctica ofrecería un rendimiento de entre 5 y 7 kilotones, lo cual está muy por debajo de los 15 kilotones de la bomba de Hiroshima.


En palabras del general Tod Wolters, comandante del EUCom, el despliegue de esta nueva ojiva nuclear tiene como propósito principal hacer que Rusia eleve su propio umbral para el uso de armas nucleares, y abandone "la idea errónea de que hay algún camino hacia la victoria a través de la escalada nuclear".


Según Wolters, el misil es necesario "para abordar la conclusión de potenciales adversarios, como Rusia, quienes creen que el empleo de armas nucleares de bajo rendimiento les dará una ventaja sobre Estados Unidos y sus aliados. Esta capacidad complementaria fortalece la disuasión y proporciona a los Estados Unidos un arma estratégica de bajo rendimiento más rápida y con mayor capacidad de supervivencia; apoya nuestro compromiso con la disuasión extendida; y demuestra a los posibles adversarios que el empleo nuclear limitado no tiene ninguna ventaja porque Estados Unidos puede responder de manera creíble y decisiva a cualquier escenario de amenaza".


¿Realmente este despliegue de la 76-2 va dirigido preferentemente contra Rusia? Cuando pensamos en tecnología para el arte de la guerra, hemos de tener siempre en cuenta que el factor sorpresa constituye uno de los principios básicos a tener en cuenta para lograr la victoria, y que la primera víctima es siempre la verdad. Por tanto, cabe preguntarse de nuevo: ¿Va dirigido contra Rusia... o más bien contra ChinaLos principales líderes del Pentágono vienen afirmando públicamente y con frecuencia creciente que China se ha convertido en el adversario más importante al que se enfrentan actualmente los Estados Unidos, y en palabras del propio Mark Esper, actual secretario de Defensa, "La máxima prioridad del Departamento de Defensa sigue siendo China, ya que su gobierno continúa utilizando, y haciendo mal uso, de su fuerza diplomática, económica y militar, para intentar alterar el panorama del poder y remodelar el mundo a su favor" (House Armed Services Committee, 26 de febrero)


Según esas mismas fuentes, China continúa invirtiendo fuertemente en áreas tales como el espacio, el ciberespacio, la guerra electrónica, la guerra submarina, los aviones de combate, los bombarderos, los misiles de largo alcance y los sistemas A2/D2 como parte de un plan encaminado a convertir a China en primera potencia militar global, cueste lo que cueste, caiga quien caiga, y caiga lo que caiga: "Lo que es más preocupante es que China persigue estos objetivos por cualquier medio necesario, incluida la transferencia forzada de tecnología, el robo de propiedad intelectual, el ciberespionaje y las adquisiciones comerciales", ha afirmado Mark Esper. "Una vez que Beijing obtiene y desarrolla estas tecnologías, las aprovecha para intimidar o coaccionar a los estados más pequeños, al tiempo que reduce la ventaja competitiva de los Estados Unidos".


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