martes, 6 de agosto de 2019

El Pentágono apuesta por armas láser de alta potencia


Menos de tres meses después de otorgar un contrato de 130 millones de dólares para construir un láser de 100 kilovatios, el Pentágono ha decidido optar por uno mucho más poderoso en el rango de 250-300 kW.


La razón es bien simple: este nivel de potencia aseguraría el derribo de misiles crucero. Estados Unidos ha invertido masivamente durante décadas en defensas contra misiles balísticos, pero mientras tanto, los misiles de crucero han proliferado por todo el mundo.


"Es una amenaza tremenda que hemos descuidado y que solo en los últimos años hemos comenzado a considerar" dijo Tom Karako, director de estudios de defensa antimisiles en el thinktank CSIS. "Este tipo de cosas suena exactamente como lo que deberíamos haber estado haciendo".


En diciembre pasado, el Pentágono anunció la creación de una nueva Oficina de Capacidades Rápidas y Respuestas Cruciales que se dedicará a impulsar los proyectos relacionados con misiles hipersónicos y armas láser, campos en los que existen ya múltiples desarrollos en curso.


A nivel técnico, las armas láser de alta potencia presentan ciertos retos de peso, refrigeración y volumen: Las que van montadas en aviones presentan estrictas limitaciones de peso y volumen, pero no de refrigeración gracias a la corriente de aire. Por el contrario, los láseres que van montados en buques gozan de mucho más espacio, pero necesitan sistemas de refrigeración especial para evitar el sobrecalentamiento. Y en cuanto a los que van montados en camiones, presentan muchos inconvenientes de espacio, peso y refrigeración. Pero independientemente de dónde vaya montada, toda arma láser representa un fuerte reto en lo referente a la generación y almacenamiento de energía, el control de las vibraciones, y las compensaciones de humedad y polvo atmosférico.

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